martes, 22 de septiembre de 2015

Nota otoñal







No, no, y no.
Cuando haga la suma de lo que he vivido
y lo que sigo viviendo,
no quiero tener que añadir lo que he soñado.
No quiero conseguir lo inalcanzable soñando.

Quiero mirarte mientras colocamos juntos la leña.
Quiero sentir de cerca el olor persistente del fuego en tu ropa.
El resplandor de los relámpagos a través de las ventanas
sintiendo la calidez de tu piel en mi espalda.

La lluvia golpeando los cristales.
El sonido de las hojas arrugándose bajo nuestros pies.
El frescor del aire otoñal.
Ver tu respiración en el aire.

Preparar juntos tu cena de amigos.
Reírnos con mi jersey dulce tres tallas más grande.
Y que me ayudes a buscar mi barra de labios cereza.
Probar el sabor de tu boca dormida.
Curiosearte todo.
Beber tu vino.
Tatin de manzana contigo.
Café caliente conmigo.

Y quiero más.





No quiero soñarte, quiero vivirte.
Que me preguntes otra vez si estoy bien
para decirte que sí, sin bajar la mirada.
Y susurrarte al oído cada mañana:
Qué bello te despiertas conmigo al amanecer;
si pudieras verte...








sábado, 12 de septiembre de 2015

El universo envuelto en piel




 
 

Sigo pensando que cuando menos te lo esperas siempre aparece algo
que te sorprende y te emociona intensamente.
Como un refugio solitario perdido en lo alto de la montaña
que muy pocos conocen.






Te acoge, te da de comer, y te alimenta el alma.






Mientras todo lo que te rodea susurra que llevaba tiempo esperándote.






Y sientes que todo te abraza. Y el sentimiento de ternura es infinito.
En el silencio se escucha la música que hace días te atrapó
y ahora te invade completamente.








Recordándote que le perteneces.



"La existencia de la mujer salvaje también se percibe a través  de la visión;
a través de la sublime belleza.
Viene también a nosotras a través de la música.
Viene a través de la palabra escrita y hablada;
a veces, una palabra, una frase, un poema,
 nos induce a recordar, 
por lo menos durante un instante, 
de qué materia estamos hechas realmente 
y dónde está nuestro verdadero hogar." 
Clarissa Pinkola E.

 




"El que no sabe aullar no encontrará su manada." 



lunes, 7 de septiembre de 2015

Cruzar la línea







Y fluir como las verdeazuladas aguas del río


"No te establezcas en una forma, 
adáptala y construye la tuya propia, 
y déjala crecer, sé como el agua.
Vacía tu mente, sé amorfo, moldeable, como el agua.
Si pones agua en una taza se convierte en la taza. 
Si pones agua en una botella se convierte en la botella. 
Si la pones en una tetera se convierte en la tetera.
El agua puede fluir o puede chocar. 
Sé agua amigo mío".
-Bruce Lee-






Mis padres me enseñaron que hay líneas que no deben cruzarse.
Yo crucé una.
Y de repente todas las canciones
y todos los poetas hablaban de ti y de mí.
Aún no sé si me arrepiento
porque nunca me he arrepentido de nada.
Porque todo lo que he vivido es lo que soy.








La foto: El río Isar desde el puente de Bogenhausen (Munich).


sábado, 5 de septiembre de 2015

Siempre a tu lado






Esta vez me he alejado del bosque porque necesitaba el ruido de la ciudad, mezclarme con la gente caminando sin rumbo sobre el asfalto.
Si miras hacia arriba y sostienes la mirada siempre descubres
cosas nuevas que te dejan con la boca abierta,
como si nunca hubieran estado ahí.

Y por un momento deseas habitar las ventanas más altas de una torre...







Pero mi hogar es mucho más que una casa.
Es ese instante, ese lugar donde respiras, donde te sientes vivo,
donde te sientes a gusto, aunque no tenga paredes y su techo sea el cielo.

Porque mi hogar es la pluma
el mar
los olores
el bosque
la calma
la alegría
las lágrimas
las montañas
el frío
las noches
los días
la espera
el latido
aquellos que lo deseen
la luz brillante
los atajos
las mareas
la tormenta
los árboles
los charcos
el juego
la luna
las hojas
los verdes
las grandes cosas
los poetas
el halcón
el aire
los buenos momentos
la música
la nieve
los sabores
los sonidos
las olas
el caminar
un libro
el oceáno
la ventana
las cosas pequeñas
el encuentro
el espacio
las nubes
los azules
el cielo
la mirada
las sonrisas
las flores
un violín
la emoción
el horizonte
los deseos
los rojos
las sorpresas
la espuma
el descanso
las mañanas
los pájaros
los caballos
la vuelta a la infancia
el blanco
la esperanza
mis amigos
los valles
las colinas
los atardeceres
el silencio
la lluvia
el invierno de golpe
tú...






 
Nuestro abrazo de ayer
sigue siendo tan blandito 
y deseado 
como el primero.